la suavidad de la vida que queda impregnada
en un hálito en el cristal...?
Sin reparar, mientras mi mirada se extraviaba
en sueños, anhelos y añoranzas, un latido
cual suspiro se plasmó sobre el cristalino.
Y sin más acaricié sutilmente ése aliento
de vida, ése soplo de sueños...
Una caricia..., acariciar un tenue suspiro,
un momento, un instante, un deseo
y es que, cuánto sentimiento guarda
un latido del corazón.
¿Alguna vez has sentido la eternidad
que habita un suspiro...?
Y es que en un instante de un soplo
de vida hay un eterno momento.
Tan suave, etéreo..., tan tenue el aliento
y tan eterno en un beso.
Cuánto anhelo acaricié en un instante
de querer ser consumida en la
intensidad del huracán de tus besos,
cada aliento de mi vida.
Tan frágil y etéreo un suspiro
y con qué fuerza, en un hálito
se sostienen todos mis sueños.
Si alguna vez mi mirada fue reflejo
de mi corazón, fue en ese momento,
cuando un suspiro se impregnó
en el cristal...
En silencio, corazón...
aún en esta distancia, no sigiles
el "Te Amo".
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