no hay constelación más bella
como el cielo de una mirada...
Y de tu mirada, amor,
de tu mirada de la que nunca
me pude escapar y donde
me tienes atrapada, decidí
ser sueño, ése suave sueño
que se interne con el más
sublime suspiro que viaje
acariciando cada vena, arteria,
célula desfragmentándose
al más vasto universo, el tuyo...
Que nunca seré de marcas,
que de la única forma que quiero
ser en ti, es amando cada parte,
rincón, hasta la molécula más
pequeña del universo del amor,
la esencia del átomo...
Y es que tú me miras
y no puedo dejar de caminar
a ti...
Del universo,
no hay constelación más bella
como cada suspiro mío que
se quede por siempre en la
memoria de cada célula tuya...
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