Querido Diario...
Hay tanto movimiento aquí, mi familia tiene tres días de haber arribado, y entre subes y bajas, se me empiezan a nublar los pensamientos, mi mente no está trabajando bien. Las familias están felices, y es que de pronto Ismael ha cogido la decisión de casarnos ya, sólo era un año, ni a este hemos llegado, no quiso que estuviéramos más en nuestras habitaciones independientes y ni siquiera lo he besado, no sé besar. Es él siempre el de la iniciativa y yo... yo me pierdo.
Desde que estoy aquí no han parado las invitaciones sociales, los parabienes y... ¡Dios mío! ésta será la última prueba de mi vestido de novia y a mi mamá también le brotan lágrimas, yo no pude más que refugiarme entre sus brazos. —No sé besar, ni siquiera sé cómo besarlo, mami... ¿Cómo es que se fijó en mí, así...? A lo más que he llegado es a juntar mi nariz con la de él y tratar de echar a correr nerviosa por mi atrevimiento. ¿Qué hombre mira a una mujer así...?— Estoy ahogándome en mis propios "Y si..." que tanto caben en mis tropiezos. Y mi mamá sólo me ha respondido que no me preocupe que él me ama así. ¿En verdad, así...?
Quiero echar a correr, tengo miedo a fracasar, temo fracasar como mujer... y cuánto te amo, amor... El sueño de toda mujer y yo, ahh... valiente mujer he resultado ser.
Le platiqué a la hermosa luna de ti, de mí. Y es que llevo días, o más bien, desde que llegaras a mi vida, llevo platicándole de ti, y ya me sabe todas mis inseguridades, me pierdo tanto en mis sueños, hablando de ti. Y siempre, siempre le pido un deseo, que tu mirada jamás me suelte, que como me miras ahora, me sigas mirando, aún así siga siendo cohibida, nerviosa, tímida... y hasta tartamudee, y todo se me resbale, hasta mis rosas blancas que amo. Soy un fracaso, todo lo hago mal, incluso existir... u.u
Si supieras que tengo el pensamiento nublado, accidente tras accidente, tropiezo tras tropiezo. ¿Cómo así es que me miraste, cómo así...? He aquí a tu hechicera, seguro te decepcionarías de inmediato, "sin más". Así como tú dices: sin más. Me pregunto si leerás esto, me pregunto qué pensarás cuando lo leas, me pregunto tanto... tanto, que lo único que quiero es estar rodeada entre tus brazos, en ese abrazo que tanto me protege y me salva en mis tribulaciones. Lo único que sé, es que ya no me sé sin ti, amor...
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