Sólo Escucha el Alma del Corazón de la Noche, La Luna...

Y es ella, la Noche...
que lejana y escondida
temerosa y trémula
no quiere salir...

Y eres tú, gobernante de cielos...
de tierras lejanas
y pasos decisivos
llegas imponiéndote...

A ti, sólo espera y escucha...
a su luna, que es el suspiro
suave del corazón de la Noche,
de su alma...

Un suspiro, un latido...
mientras enarbola una suave rosa
que sea la estrella de su manto negro
el aroma de tu camino y detente...

Un suspiro, un latido...
y otra rosa será estrella
ese camino para ser destino
donde ella se acerque a ti...

Porque son rosas estelares...
que brillen sobre su cielo nocturno
que de ese aroma
sólo su alma es...

No dejes que se aleje...
que sea ella y no tú
mientras el aroma estelar
de sus rosas te guían...

Paso a paso...
en ese suspiro,
del latido, el mío...