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sábado, 31 de diciembre de 2016

Gracias a ti...

Querido Diario...


Aquí, sentada en el porche bajo la calidez de la luna ya se siente en el horizonte la víspera del fin de un año y el preludio de otro. ¿Y qué es la vida, qué son las peticiones, los deseos que hacemos para llegar a la anhelada 'felicidad...'?

Y dentro de todos esos deseos, en el recuento y recapitulando éste tiempo en la búsqueda de la felicidad, me quedo con éstas bellas palabras de mi cuñado Nikolaos en el brindis de la Nochebuena...


"Sí vale vivir
Sí vale salir avante
Sí valen todas las guerras internas
porque ahí está el secreto de la felicidad,
en la abundancia de ver la fortaleza
de lo que somos
tras una batalla"


Y mirando hacia atrás, hoy sólo quiero agradecer...

Dicen que el Universo siempre nos devuelve por triplicado nuestras acciones y hasta que lo vives es cuando te das cuenta lo cierto de ese significado. Quizás lo más duro que haya vivido éste año fue ese episodio que dejó huellas marcadas en mi memoria, en el temblor de mis manos y sí, sí duele no tener lo que nos hace ser, en nuestra vida...  Y aun así, gracias a ti hoy soy un poquito más fuerte en mi alma, gracias a ti llevo una sonrisa y un brillo intenso en la mirada, y va desde el encuentro en mi adorada Madre Patria con los amigos del taller de escritura, su recepción porque la vida no les puede dejar sin su 'Sirena...' (y ese cariño y amor se siente...)

El que me volvieran a buscar para continuar con proyectos personales, sentir el abrazo de la familia que al final ha sido mi sostén. Gracias a ti, porque ahora con los míos pude sentir el refugio de los brazos de mi madre, el refugio de los brazos de mi hermano y su manera de hacerme sentir tan especial: "Linda..."

Y desde que llegamos que hemos empezado a festejar el Fin de Año con antelación y no hemos parado de pasar la madrugada bailando, mi familia, mis primas, las amistades, qué esto ha sido en grande. Gracias a ti porque me hiciste darme cuenta de algo, lo que es el Amor con los propios, la fortaleza que dan, lejos de quitarme, es por ti que hoy que concluye éste año, no he parado de sonreír. Hoy, ésta sonrisa se la debo a mi Bella Familia de Nuestra Casita, a mi Amiga Hermana Del Alma, a las amistades que un día me sostuvieron las lágrimas incluso en la distancia.

Agradecer todos los caminos que cruzas, que lo de dejar flores en tu camino, no es solamente por si algún día volvemos a cruzar, sino porque el tuyo propio lo puedas continuar con tranquilidad. Las sonrisas que dejamos son la luz que nos han regalado. El corazón lleva grietas o lleva luces, eso depende de cómo las queramos sentir...

Gracias a todas esas pruebas que la vida nos marca, hoy y en todo éste camino; tú, Amor Mío... que con la agresividad del volcán de tu presencia, haces brisa de mis tormentas en la caricia de tu huracán. Me llevas, me alzas, me ciñes y me haces a ti en todos los vuelos de la falda del rizo de mis pestañas, ahí donde mi vida a tu lado es sólo el comienzo del sueño. Consientes tan bonito que sólo sé adorarte, porque no encontré otra forma para amarte...

Dicen de mi sonrisa espontánea, dicen que suelo bailar al caminar y cómo no ser música mar adentro, si contigo va desde una madrugada en el piano, una tarde de música, una noche de bohemia y es ese todo, en el saberme en el reflejo de tu mirada y bajo mi sombrilla de colores que ésta tu 'chiquita' seguirá corriendo a ti, siempre...

...y la niña escribió en su carta: "Seguir Creyendo..."



Un abrazo siempre será un abrazo,
como la sonrisa un motivo...

domingo, 18 de diciembre de 2016

Bailando sobre la Sonrisa de la Luna...


Querido Diario...

¿Cuánto dura la 'Felicidad...'?
Sin duda alguna es una actitud y una decisión de vida, si queremos ser o no felices, pero también no puede negarse que serlo es porque 'somos el reflejo de los momentos de nuestro propio andar por la vida...'

Y... 

Me desperté temprano y aún con la sonrisa y en los saludos de la mañana, me preguntaron si ya había escrito mi carta para pedir mi regalo a Santa. No dudé, contesté de inmediato y es que cuando el corazón habita una certeza no hay lugar para las incertidumbres: «Ya tengo mi Navidad, está descansando la velada...» Ajá... también parte de la felicidad es porque somos el reflejo de la mirada que nos ama y yo; amor mío, cada vez que me ven sonreír espontáneamente y éste brillo en mi mirada, son el motivo de tu nombre...

Y es que de la noche de anoche, te das cuenta que una es de la caricia que te hace sonrisa y yo, sólo quiero plasmar cada una de tus caricias, aquí, en éste rinconcito sin flashes, sin luces, íntimo. Sólo como testigo, tú... bella luna, amiga mía que tantas veces has sido mi cómplice y de su mirada masculina y su voz, cantando entre risas en el piano. Y de sus manos que con tan liviana le soy para sentarme sobre el piano, invitándome a cantar y animándome a bailar sobre él... y de esa sonrisa tímida mía y los guiños de él, al acorde de sus dedos sobre el teclado y sí, con bastante timidez al inicio y a la caricia del claro de luna sobre mis piernas desnudas, descalza en mi camisón corto.... qué bonito sentir que poco a poco es desinhibirse contigo, amor... Poder jugar con coquetería en tu mirada, sin cesar por que no quiero acabar...

Jugar y jugar, coqueteándote con esa alegría que tú me das para después dejarte caer el largo de mi cabello sobre el teclado mientras me dejo acariciar por todo lo que me susurras al oído, ¿te dije, amor...? ¿Te dije de cómo tocas cada fibra de mi ser, cada célula sólo con tu voz al sentirte así..., así cerquita mío...?



Y aquí estoy a luz de luna habitando el 'universo de su corazón...' caminando con un toque de baile en cadencia y suavidad con mi sombrilla sobre la sonrisa de la luna. Y yo, yo sólo quiero seguir girando alto, el vuelo de mi falda sobre las palmas de sus manos... seguir rodando sobre las líneas de su vida. Que lo más extraordinario de ser para él sea siempre la facilidad y sencillez con que me hace y me ciñe a sí...

¿Te habías visto canción más bonita que aquella que te hace melodía al surcar las estrellas entre sus brazos...? Sí, no sabía que era música hasta que me descubrí enredándome con mis piernas al alza del sostén de tu brazo firme y al vuelo de mi cabello en esa sincronía que de compaginar sólo el amor sabe...



Cómo no iba a brillar para él,
si el brillo de mi mirada lleva su nombre...

                                                                     Always in the heart...