Páginas

domingo, 17 de julio de 2016

Y entonces; Tú, amor...


Una caricia; suave, ligera.
Así, hechizada como la
primera vez que lo vi,
recorriendo de extremo
a extremo ésas teclas.
Así, sin emitir sonido alguno
aún... aún...

Y entonces, tú...
Tú, amor...

Y luego, el eco de un sonido
y un suspiro mío lo acompaña,
mm...



Un suspiro...
Mhum... ahmm... un suspiro,
que se eleve...
Ahí, donde los cielos
saben tanto de mí.
Ahí, donde el nocturno
siempre me resguarda.
Ahí, en un sueño de amor
donde soy niña y me quedo.

Y entonces, tú...
Tú, amor...

Y de alas blancas
al compás de mis manos,
piano, y del canto suave enarbolar
sueños de caricias muy suaves
que aniden cerquita a tus oídos
en tu corazón mi amor, amor...

Así, que no importa ya
que me juzguen de que lo mío
no es amor.
Que digan que tú has absorbido
todo mi ser.
Qué más, que me sigan tachando
de inexperta, no importa ya.




Y si a lo mío no se le llama "amor",
que no lo sea, que no lo sea.
Que el amor en mí suene diferente,
desconozco que nombre será...

Y entonces, tú...
Tú, amor...

Que desde la bella luna,
aprendiz de piano, suave...
aprendiz de ti,
curiosa de ti,
de tus manos, y que sigan
escapando en esa curiosidad,
mordiditas en las palmas
tus manos...

En la cartografía de tu universo
seguiré enarbolando cantos
de 'mi amor', tejiendo
una eternidad...

Y entonces, tú...
Tú, amor...